Desalojo y mediación con okupas

Un problema muy repetido en los últimos años es la ocupación ilegal en pisos, edificios y locales comerciales que ocurre en Málaga. Los datos registrados en el Consejo General del Poder Judicial sobre esta clase de delitos regularizados como “usurpación de la propiedad” han alcanzado cifras alarmantes que preocupan a la población.

No obstante, la mediación con los okupas es fundamental para poder llegar a un acuerdo común entre los propietarios y las personas que han invadido su propiedad.

El equipo de negociación debe ser multidisciplinar, es decir, contar con abogados, procuradores, y agentes de campo o desocupadores que sepan resolver de forma eficiente y rápida el problema de ocupación.

Se ha demostrado que realizando un proceso de acuerdo entre las necesidades de los propietarios con el asesoramiento de abogados y especialistas se consigue llegar a una solución mucho más eficiente y eficaz.

Además, cabe apuntar que, normalmente, la vía judicial suele ser más lenta y por este motivo, las personas acuden a soluciones extrajudiciales como el control de acceso o la mediación para llevar a cabo un desahucio más rápido.

Proceso de negociación con los okupas

Se comienza planteando un plan general para poder suplir las necesidades específicas de las personas, y así, poder presentarle las propuestas a la entidad financiera.

Asimismo, se debe estudiar de manera exhaustiva todas las condiciones que rodean la vivienda, tales como la escritura de compra-venta, diligencia de posesión, autos judiciales, estudios de tasación, etc.

Tras ello, viene la parte más delicada, contactar con los okupas y proceder a la negociación. Se les debe presentar el plan y explicar detalladamente los motivos y razones por los que se les está informado. Además, es vital recordar que okupar una propiedad está penado por el Código Penal y que puede llegar a tener consecuencias legales muy graves como la pena de cárcel.

Se debe realizar una intermediación amistosa para poder recabar datos relevantes, con la finalidad de continuar con el proceso de mediación con la otra parte. Sin embargo, debemos entender que no siempre resulta una tarea fácil, ya que, muchos okupas rechazan establecer una negociación pacífica y finalmente se tienen que emprender acciones dentro del marco legal. Por ello, es imprescindible que el mediador sea experto y sepa cómo ganar su confianza para poder negociar.

Finalmente, una vez se haya hablado con ambas partes y llegado a un acuerdo, se debe buscar una solución conjunta que satisfaga los intereses y necesidades de los dos. Se analiza mediante un profundo análisis todo lo trabajado y se plantea un plan enfocado a nuevas soluciones útiles para solucionar el problema.

Perfil del okupa

Para plantear correctamente la solución, es importante tener claro el perfil de los okupas, para así, entender cuál es su vínculo con el inmueble y poder establecer unas soluciones u otras.

No siempre resulta sencillo diferenciar entre la tipología del okupa, no obstante, se pueden agrupar principalmente en función del origen de la familia, el estilo de vida y si viven al margen de las leyes que se establecen en la sociedad. Los perfiles más repetidos son:

  • Personas sin hogar
  • Personas en riesgo de exclusión social
  • Ocupadores por alquileres fraudulentos

Características de la mediación

Debemos saber que la mediación que se produce en cada caso, es diferente a una mediación normal y corriente. Tiene implícita características como:

  • Diferida: no se celebra en un único espacio físico, ya que, debido a que hay dos partes, se produce en distintos lugares. En estos casos, la figura del mediador no sirve simplemente para contactar con ambas partes, sino para realizar la comunicación entre cada uno de los afectados. De hecho, lo habitual es que hasta que no se celebre la firma del acuerdo estos no se vean físicamente.
  • Emocional: cada parte tiene un punto de vista y distintas necesidades por lo que, se debe tener especial cuidado con las palabras que se emplean para poder paliar el conflicto. Asimismo, no será lo mismo si el propietario se trata de una persona física o jurídica ya que el apego sentimental será muy dispar. La del primero tendrá carácter personal, mientras que la del segundo simplemente será patrimonial.
  • Comunicación: cada caso es distinto, por ello hay que saber cómo tratar a cada persona. Transmitir un mensaje claro y seguro será vital para poder llegar a la persona y así poder calarle con un buen discurso.
  • Tiempo: saber dialogar y ganar tiempo es fundamental para conseguir que los okupas cedan en sus decisiones y resulte más sencillo poder expulsarlos de la propiedad.
  • Obstáculos: se debe tener en cuenta que cada parte se mueve por características vitales distintas por lo que se debe encontrar soluciones que satisfagan a ambos y perjudiquen lo mínimo posible.

Solucionar todas las desigualdades entre el propietario y el okupa será la única forma de poder manejar la situación y conseguir un acuerdo eficiente.

Contacte con nuestra empresa de Desocupación Málaga si quiere recibir más información acerca del proceso de desalojo y mediación del ocupa. Escuchamos sus necesidades y nos adaptamos a las circunstancias de su desahucio.

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